Reseña de tesis

Muskus, Hector. (2012) Los Roma del Centro Occidente de México: Religión Pentecostal y Organización Social. Tesis de Maestría. El Colegio de San Luis. México.

FICHA 1 TESIS

Nombre:

“Los Roma del Centro Occidente de México: Religion Pentecostal y Organización Social”

Autor:

 Héctor Ignacio Muskus Guardia

Año:

2012

Categoría:

Tesis de Maestría

Lugar de la publicación:

San Luis Potosí

Editorial:

El Colegio de San Luis, A.C

Características físicas: (tipo de material al que tuve acceso)

Tesis bajo la dirección de la Dra. Neyra Patricia Alvarado Solís

Este trabajo se encuentra impresa en el acervo digital del COLSAN.

 

Número de páginas

241

Sede física: (locación)

Biblioteca del COLSAN A.C.

En caso de existir acceso digital al material: (indicaciones de si se requieren suscripciones, notas, ejemplares disponibles, acceso, etc)

https://colsan.repositorioinstitucional.mx/jspui/handle/1013/270

 

Reseña crítica del material

Por Irene Imuris Valle Padillla

ISBN, ISSB o depósito legal de tenerlo

Sin publicar

 

Resumen

Esta tesis tiene como principal tema de investigación la conversión a la religión cristiana pentecostal de personas que pertenecen al pueblo roma  de Occidente de México, y el impacto que tuvo este cambio en su organización social y colectiva. Fue presentada durante el 2012 y dirigida por la Dra. Neyra Patricia Alvarado en el COLSAN. Hector Ignacio Muskus realizó una de las pocas tesis de maestría con trabajo directo y no solamente con investigación de archivo. La experiencia de cada estancia en campo y la investigación etnográfica es lo que marca la diferencia con otros trabajos de tesis que se han enfocado solamente en el imaginario que existe sobre “los gitanos” y que no entablan relaciones de cercanía y comunicación con la población roma que actualmente viven en México. Abarca diversas situaciones contemporáneas en extenso pero, cabe señalar, que no va a tocar detalladamente la entrada de la religión pentecostal en México y va centrarse en la conversión de la religión católica a la cristiana como una herramienta de análisis que el autor utiliza para reinterpretar la cultura roma y así, reflexionar sobre ¿cómo es que la conversión a esta iglesia va a servir a grupos familiares para adaptarse a los cambios al volverse sedentarios, mientras mantienen y recrean sus lazos sociales cotidianamente?

Muskus va a defender en el desarrollo de su investigación que existe una relación entre lograr cierto nivel de liderazgo religioso (como tener sus propios pastores, crear una agenda propia y llevar la organización interna de sus actividades que se presenta en la iglesia cristiana)  y el reinventarse como pueblo a partir de prácticas eclesiásticas en la vida sedentaria.  Observa cambios que significan e influyen más allá de una simple asimilación cultural, implicando una internalización que les da sustento para seguir reglas internas, como la prohibición al consumo de alcohol, tabaco y evitar la penetración en su cultura de otras culturas que les rodean.

 

Aportaciones

A lo largo de 241 cuartillas el autor integra en su investigación 25 fotografías sobre las políticas migratorias, planos y diseños de las carpas habitación de los campamentos, fotografías de bautizos, de bebidas y alimentos que consumían cotidianamente las personas con quienes estudiaba; también se pueden apreciar diversas fotografías familiares y vistas parciales internas de una casa. El autor menciona que trabajó su investigación con varias familias roma en Jalisco, Querétaro y en San Luis Potosí ubicando su investigación en el centro occidente mexicano. Parte de su investigación también fue realizada en Aguascalientes, Nayarit, Zacatecas, Guanajuato, Colima y Michoacán, pero, de estas zonas no hay fotografías en su publicación. Muskus ya había visitado Linares y Sevilla realizando trabajos de investigación dirigidos por las académicas Teresa San Román y Manuela Cantón, quienes son consideradas eminencias del mundo hispano hablante:  la  Dra. Teresa San Román es pionera en estudios de situaciones culturales, políticas y sociales sobre gitanidad en España y la Dra Manuela Cantón ha trabajado teorías antropológicas de la religión de las iglesias cristianas de Filadelfia en Andalucía, España.

En un subcapítulo llamado “aclaraciones terminológicas” (pag. 36-38) abreva sobre el concepto de lo “gitano”, mencionando que aun cuando varios autores que le anteceden opinan que esta denominación puede ser despectiva, especialmente porque no permite observar ni comprender la especificidad que existe en cada grupo, convirtiéndose así, en una palabra normalizada de uso discriminatorio, sin embrago menciona que en México, aún en la actualidad, llega a ser usada esta designación de “gitanos” como una forma de autonombrarse. El autor aclara que, por su parte, él usará denominaciones de uso cotidiano y no necesariamente términos que algunos de los académicos en otros países (sobre todo en Europa) han mostrado en sus trabajos con implicaciones y reivindicaciones políticas, “esta situación también es posible observarla en investigaciones que se han dado en otros países del continente americano como Colombia o Argentina donde se usa el término romaní para su denominación, ya que son posturas que  intentan unificar la forma de ser llamados sobre todo por su activismo político, donde tratan de ser reconocidos como una población homogénea para obtener ciertos beneficios de su visibilidad. A diferencia de ellos los roma mexicanos no tienen pretensiones de este tipo”. En México añade el autor- “las reivindicaciones políticas no son un tema exteriorizado y se sigue usando el término “gitano” como referencia interna y externa, aunque en ocasiones existen, otras formas de nombrarles a veces de forma indistinta, las cuales dependen de los vocablos de diferentes regiones, por lo que podemos encontrar muchas denominaciones como “húngaros”,“gitanos españoles”, “ludar”, “rrom”, “griegos”, etc.  

En el estado de la cuestión va a recuperar trabajos fundamentales de investigadores que han trabajado el tema de la religiosidad de los gitanos en México, como el trabajo de investigación del académico Stepan Rivka (2007) quién se dedicó a investigar las emociones que se experimentan dentro de los cultos religiosos. Cita el trabajo de Pickett (1962) al cual considera el estudio más extenso y profundo sobre los roma en México ya que, aborda temas como la movilidad, la comida, la organización, el idioma y la religión. Muskus recupera estudios de Manuela Cantón (2010) quien declara que la religión pentecostal genera nuevas relaciones y que es a partir de esta, donde se da la construcción de nuevas identidades. Recupera el trabajo de la Dra. Neyra Patricia Alvarado que en el año 2010 publica sobre los ritos de la virgen de Santa Ana en Canadá, así como fiestas en honor a la virgen de Guadalupe por ludars mexicanos.  Por último, el autor analiza, el importante trabajo de Patrick Williams (1982) quien considera que la conversión de los roma a la religión pentecostal genera nuevos significados, transformaciones sociales y desplazamientos territoriales.

Otros de los autores mencionado es  al fotógrafo Lorenzo Armendáriz y  a Juan José Kwick (2010) quienes apuntan que uno de los caracteres más importantes de la religión cristiana es la prohibición del cigarro, el alcohol y cualquier música que no sea cristiana situación que, regula muchos de los comportamientos que se crean en grupo entre la población roma.

La estructura de la tesis  está organizada en cuatro capítulos:

La primera parte “Los roma y su historia” es una reconstrucción histórica sobre textos exclusivamente académicos sobre el tema de la población roma en América Latina, estableciendo diálogos con investigadores de diferentes territorios de América e incluso de Europa. El tema concreto de los roma en México se desglosa a lo largo de este capítulo de la tesis con relatos orales y algunas fuentes escritas donde se presentan importantes aclaraciones terminológicas.

Mientras observa cómo la población roma vive en carpas, el autor menciona que esta forma de vivienda coincide con la forma ideal descrita previamente por Patrick Williams donde:

la forma de acomodar las carpas es en círculo, siendo la entrada de todas las carpas, visible desde las otras carpas, y el interior del círculo constituye el espacio de vida comunitaria”  Williams (1982:325).  Musuk abona a esta idea, describiendo que una manera de tener mayor privacidad dentro de la carpa principal, es que dentro de la habitación grande, se puede colocar una carpa menor en su interior, y relata dos tipos de carpa dentro de un mismo espacio habitacional.

 La primera carpa:  la tzera es una tienda de tamaño grande con toques muy elaborados, la cual se coloca cuando  las familias y la comunidad se establecen varios días o muchos meses en un mismo  lugar (la descripción que nos hace el autor es la siguiente: son tres palos colocados de forma vertical de 3.5 m con una separación entre ellos de 10 metros y entre ellos se colocan otros tres palos de forma horizontal que sostienen el techo, y que al estar montada de forma fija y temporal, puede llegar a usarse para celebraciones de boda y  bautizos.

La segunda carpa: la flaya, es utilizada cuando viajan a rancherías, pueblos, ciudades y lugares donde están no más de 5 días, colocando una carpa que es parte de la esquina lateral del camión que es su transporte, desde donde se construye un espacio para la familia, extendiéndose del largo que se deseé para crear un espacio habitacional.

El segundo capítulo se titula “Los roma y el Espíritu Santo” y está enfocado concretamente al análisis de la religión pentecostal en un primer periodo de adopción en varios países europeos, principalmente Francia. El fenómeno religioso de la práctica del pentecostalismo entre los roma llega a México con las iglesias que seguían el culto “Agua de vida”, el cual desde los años 70´s fue integrándose como nueva práctica religiosa, mientras algunos grupos familiares iban dejando de ser nómadas, es decir, fueron integrando la religión cristiana a la par que se establecían en diversas ciudades del territorio mexicano,  y esta situación nueva fue tomando una mayor fuerza a partir de los años 80´s.

Ignacio Muskus va a recordar lo que Gilberto Alvarado menciona en 2006 en su texto “El poder desde el espíritu: la visión política del Pentecostalismo en el México contemporáneo”

describiendo que la religión cristiana pentecostal retoma su nombre refiriéndose al Capítulo 2 del Libro de los Apóstoles, donde el Espíritu Santo transmite y permite la capacidad de hablar diferentes lenguas para difundir el mensaje de Cristo. A la par de esta reflexión retoma  6 aspectos fundamentales del pentecostalismo que ya habían sido puntualizados en el texto de Gilberto Alvarado (2006:68): la predicación, el bautismo, la iglesia como punto de reunión, la existencia de fuerzas que tratan de corromper al hombre-ser humano y el elemento de los servicios / el servir y la devoción como intervención del Espíritu Santo.

El tercer capítulo “Todos somos una gran familia”  se enfoca en conocer a los llamados rusos, griegos y húngaros que viven en México, así como analizar algunas de sus instituciones y formas de organización social internas como lo es el parentesco entre “vitzas”,“kumpanias” y las formas de acción de  las instituciones de justicia como la “kriss romaní” y  los rituales y formas de acción ante los ciclos de vida: nacimiento, casamiento (describe desde la petición de matrimonio hasta otros rituales de casamiento como la tornaboda) y funerales. Cabe señalar que en este capítulo también hace una clara alusión a los términos propios sobre de comida y los rituales que sus informantes le comentan ya fueron descritos dentro de algunos textos de La Biblia (aunque no se menciona en que versículos).

La transformación hacia el pentecostalismo es un fenómeno que se da a la par del asentamiento en las urbes por el pueblo roma y se puede observar en varios aspectos en los diversos oficios que fueron cayendo en desuso y en el olvido por parte de la población:  reparación de maquinaria pesada, compra y venta de coches, la fotografía o el espectáculo del cine en los pueblos dentro del territorio nacional. El autor también menciona otras actividades económicas que siguen y han permanecido como resultado de la conversión al pentecostalismo y al cambio de la vida sedentaria.  Este tema está al final del capítulo ligado a abordar la situación en la actualidad de los diversos oficios que a la fecha de la investigación se practicaban, y describe una nostalgia de cuando vivían siendo nómadas, y menciona que aún hoy en día, aun viviendo en casas fijas, el aire que transitaba por las ventanas de las casas recuerda al aire que existía en cada una de las carpas.

Relata que, en algún momento quiso sostener como tema central de su investigación el “marimé” el cual agrupa una serie de reglas que definen lo que es considerado “impuro” o “contaminado” desde una visión cultural propia. El “marime” son las leyes gitanas y fue un descubrimiento puntual dentro de su investigación que estas reglas son el eje para el buen vivir colectivo e identitario, donde por nombrar algunos ejemplos evita que las mujeres que están en tiempo de menstruación entren a la cocina, o que, se mezcle al lavar la ropa de la familia las camisas con faldas, o que, una mujer casada se suba a una mesa para bailar; otra prohibición y ley es la obligada cuarentena de todas las mujeres que acaban de dar a luz enfocándose solamente en la cercanía con su bebe.

Estas normatividades y acuerdos sociales  son elementos que se insertan dentro de una trama y un mapeo sociocultural complejo, el cual es la organización del sistema de parentesco del pueblo roma, el cual será la base de la organización social que configura tanto la territorialidad como formas identitarias, entre ellos los usos del espacio cotidiano (habitacionales, espacios rituales y espacios para ejercer la economía) así como las relaciones que se sostienen entre las personas (formas de organización y reproducción sociocultural).

Con el tiempo, el autor fue entendiendo la importancia de la implicación y vinculo simbólico entre el significante de la “pureza” y su dualidad “impureza” y que estas, guardaban implicaciones determinantes las cuales estaban contenidas en las diferentes aristas culturales del pueblo roma, lo que también fue observando en sus tiempos de observación en trabajo de campo.

En esta tesis se analizan tres periodos donde se puede observar puntualmente la transformación de los roma mexicanos. El primer momento es aquel que implica deambular por el territorio mexicano, mientras transitaban exhibiendo diversas producciones cinematográficas, recorrían primero en carretas y luego en automóviles los territorios:

“Los roma para realizar este oficio, lo único que necesitaron fue agregar a su modelo de movilidad y vivienda las herramientas tecnológicas que podían conseguir en el Distrito Federal (D.F), es decir el proyector y las películas. Según mis interlocutores ya poseían los vehículos, los cuales generalmente eran camiones marca Ford modelo 3500 doble rodada con caja, que solamente tuvieron que adaptar para dar cine. El requisito para que los vehículos fueran es que pudieran cargar todos los elementos necesarios para las carpas en la caja. Por este motivo solían ser como el antes mencionado, pero también había otros como el Ford modelo 600 que cumplía con las características necesarias.

Los proyectores en un principio fueron de 8 mm, y los roma que continuaron durante más tiempo dando cine llegaron a utilizar de 16 mm y 35 mm. Según me comentan mis interlocutores, para poder dar cine ambulante era necesario un permiso que debían adquirir en el D.F. De igual forma tenían que acudir a la capital para rentar las películas –en ese entonces no se vendían, alrededor de 1940…Desde que daban cine –incluso podría ser anterior– tenían una organización familiar territorial. Es decir cada familia tenía un estado privilegiado al cual denominaban kumpania, a pesar de que se pudieran mover y laborar por todo México. Esta división servía más que nada para impedir conflictos de intereses cuando se iba a un lugar que no fuera de la propia familia” (pag. 49 y 50).

Llegando a los pueblos solían cercar un espacio con mantas y postes en 4 puntos colocar el proyector y cobrar entradas para acceder con la silla que cada visitante traía de su casa. A veces se permitían poner música y también vendían refrescos y alimentos durante la protyección.

Un segundo periodo abarca el tema de la sederantización (que implica vivir en casas de forma permanente) esto se dió “cuando el negocio de reparación de carretas, fabricación de cazos y trata de animales dejó de ser rentable por el advenimiento de nuevas tecnologías, sucedió lo mismo con el cine, ya que a los pueblos y rancherías llegaron canales de televisión que ofrecían películas y telenovelas, así como las video caseteras (Betamax y VHS) se volvieron más accesibles. Por este motivo, dicen algunos interlocutores que a mediados de 1980, el cine ya no era tan aclamado y buscado por los habitantes de pueblos y rancherías. Además que se menciona el hecho de que la violencia creció en las carreteras” (pag. 53 y 54).  El tercer y último periodo es la adopción de la religión pentecostal hasta la actualidad.

Dado que no existe información concreta y de fácil acceso y que nunca ha sido reconocida la presencia de familias “gitanas” por el Instituto Nacional de Geografía Estadística y Geografía (INEGI), Muskus considera necesario establecer métodos de investigación y búsqueda para localizar desde el origen y entrada de esta población al país,  lo que data por lo menos desde principios de 1900,  afirmando que, desde entonces, aún con cambios internos en su organización, han logrado mantener y defender su cultura, y no han sido asimilados por  formas establecidas de la mayoría de las poblaciones y culturas a las que llegaron en el  país durante décadas.

 A lo largo del texto se menciona cómo, en términos generales al convertirse en cristianos dentro de sus prácticas religiosas, van a integrar diversos e importantes elementos de su cultura originaria, así como también van a abandonar otros: por ejemplo la lectura de la buenaventura que no está bien visto dentro de la religión cristiana dentro de aspectos rituales y religiosos que se enmarcan dentro del pentecostalismo, aunque menciona que en México aún sigue existiendo una afiliación profundamente católica de algunas familias roma.

Uno de los testimonios recabados el cual es recurrentemente mencionado en diversas investigaciones que fueron documentados previos a 1890- 1910 es el de Carl Lumholtz (1851-1922) quien en 1904 escribe “El México desconocido. Vol. 2 (reedición de 1981)” relata que estando cerca de la ciudad de Tepic, en camino a sus exploraciones, se encontró: “con gente de cabello largo, que bañaban en el rio caballos y que tenían la práctica de la quiromancia y la buena aventura”; este dato es uno que varios investigadores resaltan en sus escritos como por ejemplo  en sus trabajos más recientes la Dra. Neyra Alvarado (2022) va a proponer que probablemente son familias ludar con quienes Lumholtz se encontraría en su exploración.

En el eje histórico del último capítulo “Economía y movilidad”, Muskus menciona que al finalizar la Primera Guerra Mundial (finales de 1920) y con el surgimiento de nuevas tecnologías, la población roma tiene que cambiar múltiples actividades laborales porque algunas ya no eran rentables en el país, como lo era la compra y venta de armas, la reparación de carretas, o la fabricación de cazos de metal y que así, lo más recurrido y visible era la adivinación de la suerte de parte de mujeres “drabardiola”, (lectura de adivinación del destino y la buena suerte) actividad central que  por muchos años fue practicada en las calles como parte central de su cultura y economía.

Al definir formas de relación social menciona a las “vitzas” que hacen referencia a patrilineas de parentesco las cuales se dan a partir, sobre todo, de alianzas matrimoniales. La “kumpania” será la referencia a la ciudad donde vive cierta cantidad de pobladores  roma, es un espacio geográfico donde viven y coexisten en comunidad. También menciona el concepto de la “kriss” el cual es un consejo de institución jurídica conformado por los ancianos, los cuales son los encargados de solucionar ciertos conflictos que se originan entre ellos y que solamente entre ellos pueden ser resueltos, basándose en sus costumbres y elementos culturales ancestrales.

En el texto se menciona que en las familias que habitan en México, la “vitza” suele estar compuestas en general por el apellido de un ancestro en común, y que a eso se le suma la lógica de mencionar a los nombres de las personas ligándolos con oficios que practicaban como familia, a la par de establecer denominaciones geográficas que muchas veces rebasan los límites nacionales: la “vitza”  subraya el autor , es muy importante entre ellos, porque les permite identificar quien es roma de origen y quien no lo es, pero no necesariamente esta información se da a partir de un apellido, por lo que este tema aún es difícil de rastrear en archivos y en otras investigaciones.

Entre las reglas y prohibiciones de la cultura gitana que son más conocidas por la población no gitana, podemos observar la que menciona que las mujeres romni tienen prohibido el casamiento con gadjios (no gitanos), situación que es completamente distinta en el caso de los hombres roma, quienes si pueden casarse con mujeres no gitanas. Esta acción solamente es posible, siempre y cuando se vaya a vivir la mujer gadji con la familia roma del esposo, pero en cambio, si la mujer romni se aleja de su familia al casarse con un gadjio, se pierde la cultura y esto está considerado infamia, un hecho que es juzgado y lamentado por el resto del grupo al cual pertenece la mujer gitana  y que será castigado incluso con el desprecio de su propia familia directa y consanguínea, Quienes respetan la “romanipen”  (gitaneidad) suelen llamarse entre ellos  primos, siendo esta forma de autoadscribirse un reconocimiento de identidad y percepción de seguir perteneciendo  a una gran familia con linajes e identidades ubicadas en tiempo y espacio.

En uno de los subcapítulos “Asentamientos y nuevos trabajos” (pag. 58-63)  uno de los cuales es de los más logrados,  reflexiona  sobre  el cambio del sedentarismo al nomadismo, donde  analiza la relación de las carpas como espacios de hábitat y de acción colectiva, y como mientras el recorrer caminos exhibiendo películas  en diferentes regiones de México se llevó a cabo durante varias décadas y aun cuando lamentablemente  no se cuenta con ningún mapa de todas las zonas por donde transitaron estas familias y pueblos, más sin embargo,  si se detallan algunas de las estrategias de las presentaciones que se llevaron a cabo en algunas  localidades como las de llevar un sonido donde se publicitaba la película, pedir permiso en municipalidades cuando llegaban a espacios que no eran grandes ciudades. Estas actividades están registradas a lo largo del año 1930 hasta llegar a 1980, cuando comienza a decaer este trabajo por diversas razones nacionales como la extorsión de parte de policías sobre las carreteras y el robo de sus herramientas, a la par de que las proyecciones cinematográficas ya eran aclamadas sólo en pueblos y rancherías lejanas y ya no en ciudades o puntos más cercanos a las ciudades capitales.

Cabe mencionar que en diversas investigaciones se plantea que en México se tiene conocimiento de la entrada de los proyectores de exhibición cinematográfica desde la época de Porfirio Díaz (1876 y 1911) y que es posible que, desde ese tiempo, algunas familias roma se dedicaron al cine ambulante y existen varios testimonios y escritos que relatan diversas situaciones que ocurrieron entre la población gitana y las autoridades (texto citado del documento de 1943 localizado por la investigadora Mariana Sabino (2021) donde esta anotado por el Departamento de Investigaciones Políticas y Sociales en San Luis Potosí (calle Bucareli #113) que “habían sido detenidos varios hombres de procedencia gitana que habían sido llevados a investigar al departamento de justicia (de esos años) por llevar consigo un mil pesos y un centenario (de plata o de bronce);  una cantidad que en su tiempo era considerada demasiada alta” por lo que, desataron la sospecha de las autoridades, las cuales fueron las encargadas de trasladarlos  a las oficinas de gobierno y/o policiacas, obteniendo como respuesta de parte de los detenidos, que el dinero que traían era para poder comprar un aparato reproductor de cine y así, continuar con su trabajo de exhibidores itinerantes cinematográficos (pag.49).

En 1962 se percibe un alto flujo migratorio de la población mexicana y latinoamericana solicitando trabajo en USA, por lo que en esta época, van a existir diferentes puntos de encuentro donde se reunían migrantes de varias nacionalidades, como estaciones del tren, cruces de carreteras, donde se daban funciones de cine que estaban dirigidas al entretenimiento de un público que se movía constantemente (como migrantes que eran, unos se iban y algunos otros llegaban y se establecían un tiempo, mientras otros solamente estaban en periodos de estancia muy cortos). Todo esto permitía muchas veces tener durante más de un mes la misma proyección, sin tener que cambiar el título y la cinta de la película.

Podríamos considerar esta situación de bonanza económica para el pueblo roma como un punto de análisis, pero esta situación va a cambiar de manera contundente a partir de principios del año 1970, cuando crece la inseguridad en las carreteras, los traslados son más complejos y las rutas más inaccesibles, por lo que esta acción profesional y económica se detuvo para algunos de ellos. Fue después del año de 1980 cuando los roma se empezaron a instalar en diferentes ciudades de las provincias, manteniendo asociaciones comerciales que ya se habían logrado en la capital del país.

A través de fotografías familiares y por medio de relatos orales, se sabe que los grupos familiares kalderash trabajaban vendiendo aluminio en las grandes fábricas y que los ursari manejaban el espectáculo en los circos con osos amaestrados, así como los ludar y algunos roma continuarían con espectáculos de magos, carpas, adivinación a e hipnosis especialmente en los estados del norte de la república.

Muskus menciona dos aspectos fundamentales de la organización social de la comunidad del pueblo roma en México: su economía y la constante movilidad con diversas implicaciones; esto lo va a relacionar con las estrategias ocupacionales implementadas por los gitanos relacionándolos con patrones de asentamiento, estrategias productivas y elementos culturales adquiridos, los cuales, aparecen dialécticamente relacionados con la apertura o el cierre de oportunidades generadas y limitadas por los cambios de la sociedad dominante en el país, así como por las desiguales económicas y de poder entre administraciones en turno y entre los diferentes segmentos de la sociedad mexicana y la minoría étnica migrante  perteneciente a la cultura e identidad roma, estas diferencias dejan claro brechas económicas, accesos desiguales a espacios laborales y de educación como posibles oportunidades de crecimiento  dejando como único espacio, la sobrevivencia y la resistencia frente a un Estado que incumple derechos humanos básicos de vida, así como la oportunidad de interculturalidad y reconocimiento de la diversidad sin que sean los clichés y los estigmas los que van por delante.

Crítica

El texto analizado es muy completo y es una excelente aportación al análisis profundo del pueblo roma en México y contribuye a las diversas interpretaciones y formas de abordaje desde la academia.

Es importante recalcar que dentro de la participación activa en toda investigación académica es necesario que se desarrollen de manera más profunda las posibilidades e implicaciones al realizar trabajo de campo directo; esta tesis siendo de las pocas que se encuentran en esta línea como lo mencionábamos anteriormente, va a resaltar de otras investigaciones, el tema es tan basto que es imposible abarcar todas las aristas sobre un tema tan complejo como el religioso,  por ejemplo saber ¿cómo llegó a México la Iglesia de Filadelfia? ¿quién  decide hacerse pastor o predicador y porqué lo hace?, ¿cómo es la vida cotidiana de los pastores?  o bien se podrían realizar descripciones más a detalle de alguno de los trances y rituales colectivos que se practican dentro de la iglesia cristiana como una forma de etnografía densa,  sin embrago, es importante resaltar la protección de la privacidad y el compromiso ético que el autor mantiene  para sus informantes y sujetos de estudio. 

No cabe duda que esta tesis dará continuidad a todos los estudios de Ripka y de otros investigadores que fueron pioneros en el tema de la religiosidad entre los distintos grupos considerados y/o nombrados como gitanos, lo cual es muy importante, pues actualiza y da líneas de investigación a partir de todos datos arrojados en la investigación.

Si bien menciona situaciones de las que Muskus fue testigo directo a partir de en su trabajo de investigación, hay momentos que son referidos en tercera persona, (ya que no todos fueron asistidos por el autor), a pesar de esto, encuentra el eje y describe de manera puntual y concreta ciertas fiestas (donde los gadjos no han podido estar siempre presentes y esto es un gran logro por parte de Muskus).

A partir del análisis del eje narrativo en el tema central de la tesis:  la conversión dentro del pentecostalismo, el autor logra claridad discursiva en la ruta de la lectura del texto, y responde a preguntas a partir de la conversión a la iglesia pentecostal – visto este- como un parteaguas del pasado, presente y futuro entre el pueblo roma en México.

 Quedaría por seguir investigando y explicando sobre otras ramas del mundo cristiano como si es el caso de que hay roma que son cristianos pero no pentecostales, es decir tener un abanico de posibilidades que permitan tener otro punto de referencia o comparación,  y marcar la distancia que  se dio con la religión católica, si ¿fue un quiebre en las creencias y prácticas o lo fue con la autoridad eclesiástica principalmente?

El autor concluye aportando que, el tratamiento de cierta información sobre situaciones de conflicto interno en este pueblo y comunidad fue escasa, por lo que sugiere que, hace falta que se investiguen situaciones de amenazas o violencia que han ido sufrido los roma en los últimos años y que el gobierno mexicano no ha atendido, lo que, en su perspectiva como investigador, es una muestra de la distancia entre instituciones gubernamentales y las necesidades del pueblo roma en este y otros países donde se encuentran existiendo.

Citas en esta reseña

Alvarado, N (2022) Geografías transatlánticas de “gitanos de México, en Revista de El Colegio de San Luis A.C.

Alvarado, G (2006) El poder desde el espíritu: la visión política del Pentecostalismo en el México contemporáneo. Publicaciones Científicas para el Estudio de las Religiones, Argentina.

Alvarado, N (2013) Culto gitano (rom y ludar) a Santa Ana y Guadalupe, en Canadá y México. En “Anales de Antropología”. Volumen 47-II (pag 39-61).

Armendáriz, L. y Kwick, J. (2010) Gitanos. El Pueblo de Dios: existir para andar, andar para existir. En “La ciudad cosmopolita de los inmigrantes”. Tomo 1. Distrito Federal, México. Carlos Martínez Assad (ed.), Gobierno del Distrito Federal-Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México, (pag. 334-335).

Cantón, M (2010) Gypsy Pentecostalism, Ethnopolítical Uses and Construction of Belonging in the South of Spain. En “Social Compass”, núm. 57(2), pp. 253-267.

Lumholtz, C (1981) El México desconocido: cinco años de exploración entre las tribus de la Sierra Madre Occidental; en la tierra caliente de Tepic y Jalisco, y entre los Tarascos de Michoacán. Instituto Nacional Indigenista, México

Ripka, S (2007) Gitanos Pentecostales en México. Informe de avances de investigación, 26 de junio de 2007, Zamora, Michoacán.

Sabino, M (2021) The Romani Archives and Documentation Center: A Migratory Archive. En “Critical Romani Studies”

Williams, P (1982). The Invisibility of the Kalderash of Paris: Some aspects of the Economic Activity and Settlement Patterns of the Kalderash Rom of the Paris Suburbs. En “Urban Anthropology”, Vol. 11, n 3/4 (Fall-Winter), pp. 315-346

Alanis, A. (2021) ¿Qué piensan esos payos sobre los caló? Genero e imaginarios sobre la comunidad gitana de la Colonia Juárez. Tesis de licenciatura en Etnología. Directora Olivia Domínguez. ENAH. México.

FICHA 2

Nombre:

¿Qué piensan esos payos sobre los caló? Genero e imaginarios sobre la comunidad gitana de la Colonia Juárez.

Autor:

 Ameyalli Cealiztli Alanis Murillo

Directora Olivia Domínguez.

Año:

2021

Categoría:

Tesis en la ENAH

Lugar de la publicación:

CDMX

Editorial:

No publicado

Características físicas: (tipo de material al que tuve acceso)

Tesis de licenciatura en Etnología en la biblioteca de la ENAH

páginas

263 páginas

Sede física: (locación)

Escuela Nacional de Antropología e Historia

En caso de existir acceso digital al material: (indicaciones de si se requieren suscripciones, notas, ejemplares disponibles, acceso, etc)

No se encuentra en internet aún

Reseña crítica del material

por Irene Imuris Valle Padillla

ISBN, ISSB o depósito legal de tenerlo

No se tiene

Síntesis

Esta investigación indaga entre vecinos en una colonia específica de la Ciudad de México, la colonia Juárez, donde coexisten y a veces conviven vecinos cercanos a dos plazas públicas y comerciantes locatarios cercanos a las mismas, con personas que identifican como “gitanos españoles” y que son mexicanas y mexicanos que se autoidentifican como pertenecientes al pueblo calé (también kaló). Este trabajo va a tener como eje principal una perspectiva de género, donde a través de entrevistas con locatarios y vecinos que radican cerca de las dos plazas (la plaza Giordano Bruno y la plaza Washington) coexisten con “gitanos españoles” y van formando ideas sobre los calé con quienes comparten el espacio público cercano a sus moradas. Este trabajo, se argumentó bajo tres ejes temáticos: imaginario, género y espacio público, dando pie a la discusión que versa sobre la construcción de los imaginarios elaborados sobre la comunidad gitana en la colonia Juárez, a través de la observación y el contacto-trato que personas no gitanas tienen con ésta.

Parte de que, la construcción del imaginario puede remontarse, en parte, a los estereotipos históricos que pesan sobre los “gitanos cales” y la desinformación sobre su cultura y la poca (casi nula) interacción que hay entre personas gitanas y no gitanas, partiendo meramente de un proceso observacional de las personas no gitanas y del conflicto que estas tienen con la aceptación de la otredad que per se representa la comunidad gitana.

 

Resumen:

Este trabajo parte de explicar el concepto de imaginarios que subyacen en la forma de entender lo “gitano” y que implican la creación de una o varias imágenes que se alimentaban (y aún lo hacen) entre el estigma y la imagen que el romanticismo popularizó. Menciona el debate existente entre una marcada polarización que les ha llevado a padecer a las personas que se reconocen como “gitanos” entre el racismo, la violencia y la segregación socio-cultural, especialmente en la Unión Europea, y también en el resto del mundo, donde no se han librado del estigma que les fue conferido desde hace ya más de seis siglos y que a la fecha sostiene la autora intentan deconstruir.

Los tres niveles que va a desarrollar a lo largo de la investigación es

1.- el imaginario sobre la mujer gitana

 2.- el imaginario sobre el hombre gitano y

3.- el imaginario sobre la comunidad en general

 A partir de la situación en que prevalecen los prejuicios, va a existir como consecuencia la invisibilización de los “gitanos”, esto sucederá en contextos diferenciados, es el caso de México, dónde la primicia es la discreción identitaria. Esto contrasta con una diferente situación que sucede en diversos países de Europa, por ejemplo, dónde las confrontaciones con la sociedad mayoritaria han tomado otro giro: el de la resistencia, la visibilización y la lucha por sus derechos y garantías individuales.

En la tesis, al nombrar a las poblaciones sobre las que se habla sucede que se hace con el término de “gitanos” cuando se habla en forma general y en otras cuando se hace referencia a los gitanos que viven en la colonia Juárez se les denomina como “cales”, el problema está cuando otras veces se usa el término de pueblo romá, sin explicar el porqué de la distinción.

La autora menciona que la dificultad de no poder hacer relación con las personas calé, le orilló a concentrarse en las opiniones que tienen de ellos y ellas quienes conviven en espacios públicos circundantes, y que no pertenecen a estos grupos.

Ha podido reparar en los rasgos que hacen que se diferencien entre miembros de los grupos sociales calé y quienes serán los y las vecinas que serán las personas con quienes ella va a trabajar y que serán los llamados “payos” o no gitanos.

El pueblo romá ha sido invisibilizado por diversas razones, en algunos casos ha sido de forma autoimpuesta en el empeño de proteger su identidad y seguridad (debido a la violencia del racismo) y en otras ocasiones, porque han sido los Estados-nacionales, quienes han incurrido en esta práctica por razones políticas, denostando y minimizando diversidades que ponen en entredicho al statu quo de una nacionalidad uniforme.

Las comunidades de gitanos y gitanas que han llegado a nuestro país han sido ignoradas por las políticas gubernamentales y por el mismo Estado. Pese a lo anterior, la autora asegura que su presencia en México es fuerte y con los años va in crescendo (aunque no se ofrecen datos para tal afirmación, se pueden deducir que las familias van creciendo conforme van teniendo nuevos hijos).

Dado que el campo de estudio sobre los gitanos es muy amplio, la autora mencionará que al no encontrar ninguna investigación que retome el tema sobre la construcción del imaginario gitano en México a partir de una perspectiva de género, acotada a un espacio urbano delimitado, donde reproducen su cultura e interactúan con una mayoría no gitana, es que considera pertinente su investigación.

 Esta tesis busca partir del imaginario que ha sido construido a lo largo del tiempo, para así, poder coadyuvar en la deconstrucción de una serie de estereotipos y prejuicios que han derivado en el estigma que pesa sobre los y las calés.

Menciona que los primeros gitanos en llegar a territorio de la Nueva España (entre ellos lo que hoy es México) arribaron durante el tercer viaje de Colón buscando eludir pragmáticas de la corte española. Después de esta nota histórica va a hacer un salto en el tiempo para llegar a las personas gitanas que se reúnen en las plazas mencionadas ocupándolas de diversas maneras, dependiendo del género, la edad, los ritmos y horarios que son propios de esta comunidad. Estas agrupaciones, diferenciadas bajo estrictas normas sexo-genéricas, dan como consecuencia que, en el imaginario de las personas no gitanas, aumente la percepción y el estereotipo del machismo “recalcitrante” que impregna la imagen de la comunidad gitana en los medios y la opinión pública.

Una forma de profundizar en el tema va a ser la necesaria diferenciación entre imaginario e imaginación: “La imaginación no puede ser confundida con el imaginario. La imaginación se sitúa específicamente en el individuo, por ende, es concebida como una capacidad personal”.

En el caso del imaginario (que es el tema de su interés) observa que su definición proviene de la raíz etimológica del latín  imaginatio, -ōnis que tiene distintas acepciones:

  1. f. Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.
  2. f. Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento.
  3. f. Imagen formada por la fantasía.
  4. f. Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.

imaginario serán todas aquellas imágenes que:

“son un peculiar tipo de universo de imágenes, una peculiar constelación de imágenes, surgida de o segregada por la imaginación humana, con su propia estructura interna, su código, su lógica interna, y con la peculiar sistematicidad orgánica de un tejido. En este sentido, es, además, la gran tejedora de los mitos”.[1] 

Michel Maffesoli, quien basó gran parte de su construcción teórica sobre el imaginario en Durand, […] entiende el orden de lo imaginario como: “una fantasía socialmente solidificada que organiza nuestra percepción de la realidad y se encarna en diferentes ámbitos de la cotidianidad” (Carretero en Copca, 2016:37).

Las imágenes creadas en torno al pueblo gitano desde su llegada, se han basado en el conflicto provocado por la otredad non grata que representan y que, a su vez, fueron derivadas del “proceso imaginativo de recodificación de los sujetos”.

Al preguntarse

¿Pero de dónde viene esta polarización que tanto ha lacerado a este pueblo? Da como respuesta probable que es del imaginario que durante siglos se ha construido sobre ellas y ellos, que encontró su fuente difusora o lo que podría decirse, son sus raíces, en el arte, además de en las leyes y la historia[2].  Y la respuesta general que encuentra a esta pregunta junto a otros autores es, que el imaginario se distribuye por medio del arte:

Debido a que antes de que hubiese medios de comunicación masivos, como existen ahora (radio, TV, Internet), el arte fungía como una importante forma de difusión informativa. Así, podría decirse que tanto el teatro como la literatura y la pintura coadyuvaron en la creación de un imaginario sobre la comunidad gitana (nomadismo, exotismo y folklore, artes ocultas, mendicidad, etc,) esto aunado a la serie de leyes antigitanas creadas casi inmediatamente después de su llegada a España.

La paradoja visible es que es en el arte dónde se teje el imaginario estigmatizado, pero es también ahí, dónde en la actualidad se resguardan y se les valora. Si bien en un principio, las opiniones negativas y estigmatizadas permearon el imaginario que se construyó sobre el pueblo Romà, con el nacimiento del romanticismo ese imaginario tuvo un viraje de 360 grados.

El imaginario que recae sobre estas personas, podría ser un constructo histórico basado en un choque cultural o en meras cuestiones perceptuales, y va a tomar en cuenta a los imaginarios sexo-genéricos que conforman variaciones en los mismos, puesto que la imagen de la mujer discrepa de aquella que envuelve al varón gitano.

 Las gitanas son juzgadas por las no gitanas debido a la supuesta sumisión que se les adjudica, dando por sentado que sería algo intrínseco a su cultura e identidad, sin embargo, no reparan en los hechos violentos que de igual manera recaen sobre las mujeres no gitanas.

En el caso del cine, aquí se han visto reflejados y a veces exacerbados todo tipo de prejuicios relacionadas al imaginario de las personas gitanas. Con ello, se permea incluso a pueblos o sociedades enteras de clichés, que más tarde darán por sentados los y las espectadoras donde quiera que estos se encuentren.

 

Mujeres en espacios públicos

Como son las plazas públicas donde realizó la observación participante, Ameyali Alanis va a poner énfasis en la importancia del concepto de espacio público:

        “es en dichos espacios donde confluyen diversas identidades, individuales y      colectivas, culturas, etc., por ello, es el lugar perfecto para el encuentro entre la diversidad que permea los imaginarios que pueden dar pie a la convivencia pacífica entre individuos y culturas, o al desprecio basado en la falta de entendimiento de las y los otros” (pag. 69).

 

Va a hacer un recuento a lo largo de la literatura occidental para buscar una explicación de la visión de la mujer gitana en el espacio público. En la parte de la tesis llamada “Remembranzas” hace alusión a cómo desde la antigüedad, en el concepto de ciudadanía de la Grecia clásica, la mujer simplemente no pertenecía ni al espacio público, ni a la esfera pública, ella debía permanecer guardada e “inmaculada” en la privacidad del hogar; aquellas mujeres que osaban transgredir la espacialidad genérica eran reprimidas y degradadas, puesto que no se ajustaban a los estrictos parámetros morales de la sociedad; sólo las trabajadoras sexuales podrían expresarse en la vida pública y el decoro social se olvidaba en espacios de permisibilidad para ocupar ciertos espacios públicos. Estos espacios eran asumidos como lugares de trabajo, con la función de satisfacer las necesidades de los hombres, esta será la razón que encuentra la investigadora en el choque de la sociedad paya con la otredad que indudablemente ha sido personificaba por el imaginario de lo gitana.

La relación que las mujeres gitanas han tejido con el espacio público es diferente en origen al de las payas. Esto debido a que, al momento de su llegada a España, su modo de vida nómada les impedía poseer un empleo o lugar fijo de residencia, y tenían que idear una manera a través de la cual aportar a la economía y sustento familiar. Estas mujeres echaban mano de los conocimientos de su cultura sobre la lectura del destino o la participación en la danza y la música para poder llevar a cabo este cometido.

 Las actividades de sobrevivencia se llevaban a cabo en el ámbito de lo público a través de la apropiación de espacios, por ello, el imaginario que se comenzó a formar sobre ellas fue claramente en su prejuicio. Mujer gitana era sinónimo de mujer pública y mujer pública lo era a su vez de prostituta.

Al enfrentarse a este tipo de imaginario, se podría decir que a las personas no gitanas no les importa, ni tienen interés, en ampliar el conocimiento sobre el pueblo roma, prefieren emplear ciertos estereotipos o prejuicios, porque dan por ciertas una serie de sentencias populares que les hacen creer el conocerlos de antemano.

 

 

Calés en la Colonia Juárez

Sobre el arribo de la comunidad gitana a la Colonia Juárez en la Ciudad de México, no se cuenta con información precisa del arribo de esta comunidad, sin embargo, es posible decir que su presencia dataría entre los años 60 y 70, esto debido a la información vertida en algunas entrevistas informales que fueron realizadas con los vecinos que tenían más tiempo de vivir en la colonia Juárez.

El antropólogo español Dr. David Lagunas relata que “hay alrededor de ciento cincuenta individuos, de origen caló en la Zona Rosa y que viven dentro de la demarcación de la colonia Juárez, y que se autonombran “gitanos españoles” o “gitanos americanos” (Lagunas, 2018).

Lagunas también explica que esta comunidad, se ha conformado con personas llegadas de Brasil, Venezuela y Argentina principalmente, quienes en su mayoría se dedican a la venta de automóviles, ropa y perfumes, de manera ambulante (Lagunas, 2017, 2018).

 

La mujer gitana en espacios públicos de la Juárez.

En el análisis del imaginario, la investigación va a dar por resultado que existe una marcada diferencia entre la percepción de la mujer y del hombre gitano, que además dista a la que se entreteje sobre la comunidad en general que vive en esa zona (ya que habitan comunidades originarias como las Otomís y también migrantes de otras partes del mundo).

La imagen doméstica y la imagen externa es que “las mujeres son ruidosas”: “Son ruidosas cuando están entre ellas, pero también son furtivas, como si quisieran pasar desapercibidas, sin convivír con nadie, este, no les importaba como lo que había al rededor, como si estuvieran en una dimensión distinta y se iban. O sea como -¡No me importa el mundo!-,  displicentes ante el mundo de su alrededor (Ave B. Vecina, 28 de enero de 2021).

Otra de las situaciones interesantes que surgen como resultado de su observación, es que las personas entrevistadas se referían a la mujer gitana siempre en plural, colectivizándolas desde el principio “mujeres gitanas”, porque siempre se les veía a unas acompañadas de las otras, en escasos momentos se habló de haberlas visto en las plazas, calles o cafés en solitario.

 

El hombre gitano en el espacio público

Un elemento a remarcar en los testimonios recolectados es la conexión existente entre el sonido, la palabra y el volumen de la palabra al momento de marcar el territorio. Invariablemente, todas las personas entrevistadas (los y las vecinas) remarcaban que “los gitanos hablan a los gritos” o “se la pasan hablando, platicando”, “siempre los veo platicando” argüían.

En las dos plazas estudiadas, la comunidad calé se da encuentro, regenera su tejido y su reproducción social al apropiarse de estas plazas y convertirlas en su territorio, el cual les permite consolidar su identidad individual y colectiva. Dichos espacios son vividos de manera diferente según el género de quienes los disfrutan. Para los hombres puede representar un lugar de dispersión, una zona lúdica, o para hacer negocios; mientras que para las mujeres, es un espacio de socialización y de esparcimiento, de la misma forma que lo es para las y los infantes de esta comunidad.

   A través del espacio público, la comunidad receptora percibe las relaciones que se dan dentro de la comunidad calé y a su vez, desarrollan y construyen el imaginario en torno a los y las gitanas españolas-americanas que habitan la colonia Juárez. 

A lo largo de meses de realizar entrevistas, y de años de estar en contacto con las plazas estudiadas y en franca observación de la comunidad gitana que habita la colonia Juárez, fue posible constatar una serie de estereotipos y prejuicios que personas de diversas edades, orientaciones sexuales, estudios y extractos socioculturales construían en torno al imaginario que al día de hoy ronda y entreteje la imagen del pueblo “gitano”. Si bien, las personas que tenían más interacción o posibilidad de observarles, mostraban curiosidad e incluso deseos de acercárseles, de alguna manera aún tenían resquicios de desconfianza hacia las personas con quienes se encontraban en la cotidianidad de la convivencia en el vecindario.

 

¿Qué piensan las personas payas de la Juárez sobre las personas calís?

 El hecho de que en las plazas Giordano Bruno y Washington, se de pauta a la convergencia de la sociedad dominante con un grupo social como lo es el caló, permite la observación de unos hacia los otros y la retroalimentación de estereotipos bidireccionalmente en ambos sectores. La observación sin un mayor intercambio alimenta el imaginario que se ha nutrido desde diversas vertientes: históricas, anecdóticas, artísticas estigmatizadas y de un franco repulso a aquello que supone la otredad. Las ideas y estereotipos que se cuelan en la imaginación de las personas entrevistadas, son descritas por la autora como una imposición, ya que provienen y son difundidas principalmente por los medios de comunicación que buscan resaltar ciertas formas exóticas que representa a la comunidad “gitana” y también aquellas que generan miedo-desprecio infundado hacia las personas que formen parte de esta identidad comunitaria.

Ameyali marca que aparenta ser una especie de signo “marca” de desprestigio el que los ha acompañado desde el momento en que llegaron a Europa. Desde tiempos de la edad media existe una clara campaña contra la otredad, la cual supone una amenaza al paradigma impuesto por la moral y la normatividad de la iglesia católica y la Santa Inquisición a la población.

 La visualización y la percepción sobre este pueblo plagada de imaginarios comienza desde la temprana infancia, cuando se van interiorizando una serie de cuentos, proverbios, y leyendas urbanas[3] que terminan encasillándolos como personajes y no como personas. Se ha construido un halo de miedo y distanciamiento en torno a su imagen y al mismo tiempo una curiosidad de exotismo que les distancia de la percepción de ser personas más allá de la cultura en la que viven. Casi el total de las personas entrevistadas mencionaron en sus respectivas narraciones que desde la infancia escucharon a alguien de la familia decir que «los gitanos robaban niños y que había que cuidarse de ellos», esta frase tan repetitiva en México está presente en occidente y el resto de los países occidentalizados: “se trata de una representación frecuente en los cuentos escritos para niños y adolescentes durante los siglos XIX y XX en muchos países europeos, desde Gran Bretaña hasta Alemania” (Kommers, 2016:15).

Este mismo autor habla de un robo de la imagen del pueblo gitano, a través de la imposición de un imaginario que los dibuja según la conveniencia de la cultura dominante, utilizando  imaginarios, lo mismo han servido para dar lecciones a las y los infantes (y con ello los convierte en chivos expiatorios de todos los males sociales) que para representar la vida bucólica, libre de la juventud apasionada.

 

 

Conclusiones

La investigadora Ameyali Alanis va a distinguir tres tipos de perfil entre sus entrevistados en relación a la percepción que tienen de los calés de la zona.

Primer perfil- aquellos que han sido capaces de establecer horarios, ritmos, en algunos casos, formas de vida, jerarquías e inclusive parentesco, a partir de una interacción con sus vecinos.  Segundo perfil- aquellos (as) que representan a la otredad con un corte tipo escenas de películas o bien les son invisibles y no notan su presencia.

Tercer perfil- quienes construyen una idea de sus vecinos a través de la ausencia de información que pudo haber sido autoimpuesta por los propios calé, ya que subyacen detrás de esta invisibilización formas de resistencia y protección, puesto que “cuando se trata de gitanos […] ellos saben que su única defensa es la invisibilidad”.

En un mundo capitalista y sedentario, la migración despierta suspicacia; a quienes van y vienen se les ve con recelo y sin ápice de confianza. La oposición entre personas sedentarias/nómadas-itinerantes ha sido fuertemente polarizada por las clases dominantes (introyectando en el pueblo sus fines e intereses, deparando en casos extremos como que los vecinos saben que llevan años viviendo en la zona y aún así les consideran “nómadas”.

En el cierre de la tesis, la investigación va a ocupar la última parte del escrito para repasar  los estereotipos que encontró mencionados frecuentemente entre entrevistados:

1.- La imagen del gitano-varón-perezoso que no se desvanece pese a la cercanía de observación o incluso a las interacciones fugaces. “No hacen nada, sólo platican, son violentos y machistas”

2.- Son un pueblo “musical”

3.- La mujer gitana “como epítome del pueblo romaní”

4.- Prevalece entre ellos el “hermetismo y  la endogamia”

5.- Son un pueblo que esta envuelto en “misterio y magia”

6.- Su principal fuente de ingresos son “quiromancia, hurtos, estafas”

7.- Son personas “guapas y/ó guapos”

Y es que en la otredad, es más fácil de encontrar defectos y conductas reprobables, pese a que esas mismas conductas que rechazamos en “él otro-la otra” también se encuentran entre nosotros. Bien dice el refrán “es más fácil ver la paja en el ojo ajeno” y al mismo tiempo, en general, hay cierta oda al hombre gitano como personaje de alguna película. Si se elabora una comparación con la forma de configurar a la mujer, es bastante asimétrica con respecto al papel del hombre en su organización social. Se puede encontrar que el hombre es menos juzgado. Y a la mujer se le considera que sigue las reglas de su cultura sin cuestionar y que tienen como obligación parir muchos hijos. Es interesante que la percepción del sentido de comunidad cambia  a ideas mayormente positivas, como que son muy unidos, se apoyan mutuamente, pasan mucho tiempo entre ellos y que constantemente se separan las mujeres y los niños de los hombres.

 

Crítica

El esfuerzo realizado para hacer esta tesis presentada en el año 2021 es loable ya que tiene como objeto de estudio el entender las percepciones de quienes comparten en la cercanía de una colonia en la CDMX la vida cotidiana con familias calé. Se va a apoyar en el trabajo de David Lagunas quien sí hizo interacción con los calés de la misma zona, para conocer sobre los calé pero le va a dar espacio en su investigación a aquellos que comparten espacios públicos con ellas y ellos, lo que me parece es una oportunidad (aunque la autora no lo retoma desde esta perspectiva) pero ayuda a entender diferencias entre la multiculturalidad, la pluriculturalidad y la interculturalidad. Es decir, existe una diferencia de percepción entre personas que reconocen diferencias pero no interactúan, aquellas que sí lo hacen en las formas más básicas y aquellas que intercambian, interaccionan y tiene oportunidad de primera mano de hacer cuestionamientos o bien convivir entre culturas diferentes. Me parece interesante el hecho de que exista de forma diferenciada la manera de percibir a las mujeres, a los hombres y a la comunidad como un todo. En términos de datos hace falta desde mi perspectiva entender cuántas personas no gitanas fueron entrevistadas, de que edades, cuanto tiempo tienen viviendo allí, ya que sería información que completaría la nubes de palabras que al final de la tesis se presentan. Las pocas fotografías no son de buena calidad cuando se concentran en las mujeres calé, y no existen fotos de los sujetos que fueron parte de la investigación, es decir con quienes si se tuvo contacto.

Al mencionar la influencia de los medios de comunicación, la riqueza de la información se complementaría si se hiciera referencia a las fuentes de donde se tomó el imaginario colectivo. Porque, aunque si menciona a una de las grandes trasnacionales de la industria del entretenimiento que es Disney, y algo de la historia del arte, faltaría en el mismo sentido explorar en el mundo de la literatura, el cine, los medios impresos u otras formas en que se ha implantado una idea de lo que se supone implica el ser “gitana, gitano, gitanos”.

Me parece muy interesante que se perciba de fuera el “machismo” de la cultura calé y que en la misma charla se obvie como dice Ameyali, el de la sociedad paya “que juzga y revictimiza reflejando en ello su propio machismo”.

En el capítulo 2.1 la investigadora menciona que es Romà el verdadero nombre del pueblo gitano. Esto a partir de un consenso que se dio a conocer en el año 2019 en Europa, y aquí hay un problema ya que si bien existe esta línea política para ir dejando atrás la acepción “gitana” que los identifica como colectivo y los une como comunidad. Romá es uno de los grupos que existen y al nombrarles así a todos, se corre el riesgo de marginar a quienes como los calé se distinguen de los roma, ya que las historias recientes y el idioma, no están necesariamente relacionados entre ellos. Sin embargo considero un acierto el mencionar  la romipen que son valores y factores culturales que se encuentra aún en la diversidad de tantos grupos que conforman una identidad específica de lo “gitano”, haciéndoles diferentes al resto de la población y ayudándoles a posicionarse ante la sociedad mayoritaria como una unidad sólida. Para entender esto enumera algunos puntos que otras y otros investigadores han encontrado como ejes culturales

  1. La valoración del grupo de edad y sexo como principios ordenadores de estatus.
  2. Cohesión interna y diferenciación frente al no gitano.
  3. Organización social basada en la configuración de grupos de parentesco que hacen parte una fuerte solidaridad intergrupal
  4. Articulación del sistema social con base en la existencia de linajes patrilineales dispersos, independientes y autónomos.
  5. Funciones cotidianas de familia extensa, especialmente en lo que a actividades económicas se refiere.
  6. El respeto a sus muertos y la creencia en una posible intervención de estos en la vida de sus descendientes.
  7. La vigencia de un conjunto de normas tradicionales, así como de instituciones que regulan la aplicación de su derecho interno conocido como la “ley gitana” o Kriss. (Ardebol en San Román, 1986:72), (Gamboa, Gómez, Paternina, en Rojas, 2000).

 

      Bibliografía citada en la reseña:

Ardebol en San Román, Teresa, (1986) Entre la marginación y el racismo. Reflexiones sobre la vida de los gitanos. Madrid: Alianza Universidad.

Carretero en Copca, J. (2016) El movimiento musical gitano-balkan en la Ciudad de México. Ciudad de México: Tesis Maestría. Facultad de Música Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico Instituto de Investigaciones Antropológicas. México

Kommers, J. (2016) Robo de niños o robo de gitanos. Los gitanos en la literatura infantil. Editorial Universidad de Sevilla.

Lagunas, D. (2018) The spanish gitanos of Mexico City: Rhythmicity, mimesis and domestication of the payos. ANN. ROUM. ANTHROPOL., 55, P. 125–140, Bucharest.

Lagunas, D. (2014) Cuestiones de creatividad cultural: notas en torno a los gitanos mexicanos de origen ibérico. Revista Andaluza de Antropología, septiembre-7. Gitanos /Romá: Autoproducción cultural y construcción histórica política. Pag. 62-80. España

Rojas &Gamboa. (2008) La Kriss Romání como sistema jurídico trasnacional. Íconos. Revista de Ciencias Sociales. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Mayo, Número 031. Quito Ecuador.

 

 

[1] Noel Lapoujade, María. (2007). Mito e imaginación a partir de la poética de Gastón Bachelard. Revista de Filosofía, 25(57), 91-111. URL: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-11712007000300004&lng=es&tlng=es (última revisión 05 de junio de 2024) .

[2] Si bien, la historia sigue siendo difundida y escrita por los poderosos y los vencedores, en el presente, las culturas en resistencia están creando su propia versión de ésta, la versión de los vencidos que adquiere fuerza y se ha convertido en un importante contrapeso de la historia oficial.

[3] Dentro de las leyendas urbanas se puede encontrar aquella que se ubica en toda América Latina y que habla de que los gitanos roban niños. Con los ejemplos anteriores, se puede dilucidar cómo es que, a través de la lengua y la literatura, se sigue construyendo a las y los romaníes de una forma perjudicial.